Olvida los manteles de Papa Noel y muñecos de nieve, de la barra de pan
sobre la mesa y las copas de vino a rebosar... llegan las cenas de
Navidad y no todo vale. Azucar azucar te recuerda las claves de protocolo para sorprender a tus invitados y
convertirte en el mejor anfitrión de la noche.Recuerda: no todo vale.
1– La iluminación es clave.
La mesa debe situarse en un espacio con luz natural. En caso de no
tenerla usaremos una iluminación no demasiado fuerte. Durante la comida
si hay velas pueden estar encendidas si lo desean pero no es necesario.
2- ¿Dónde me siento?
La forma correcta de sentar a tus invitados en la mesa es
intercambiando hombre y mujer. Los matrimonios nunca deben de estar
juntos. Solo hay una excepción: cuando la pareja lleva menos de un año
casada pueden estar codo con codo. El anfitrión siempre en la mitad de
la mesa.
3- El mantel es la base de la elegancia.
Tiene que cubrir toda la mesa hasta los pies. Limpio,
sin defectos y nada de colores chillones. Escoge un mantel, preferiblemente liso. La servilleta debe ir a juego y siempre se
coloca a la izquierda o centro del plato.
4– Los cubiertos, no todo vale. Antes
de ponerlos en la mesa límpialos con un paño para que luzcan. Nunca
pongas más de seis servicios por cada lado del plato. Se colocan según
el orden de llegada de la comida a la mesa. Los primeros que usaremos
serán los de los extremos. Los cuchillos siempre con el filo hacia
dentro.
5– La cristalería con orden.
Todas las copas que se van a usar deben de estar en la mesa antes de
sentarnos. El orden correcto –de izquierda a derecha- es copa de agua,
vino blanco y tino. La copa de champagne estará en una segunda línea.
6- El bajoplato, el gran olvidado. Nunca
se cambia pero siempre debe de estar presente. El plato nunca debe de
ser mayor que el bajoplato. La distancia correcta para colocarlo son dos
centímetros desde el borde de la mesa. Recuerda: los platos hondos
jamás deben estar solos sobre el mantel.
7- El pan nuestro de cada banquete. Siempre debe situarse a la izquierda del comensal en un pequeño plato. Se puede acompañar con un ' entretenimiento' como la mantequilla salada. También podemos optar por colocarlo en pequeñas cestitas.
8- El vino, nada de botellón.
Olvídate de llenar las copas de vino como si fueran la última bebida de
la fiesta. Las medidas correctas son un tercio para el vino blanco y
dos tercios para el tinto. En el champagne nunca más de media copa. El
vino se sirve con la etiqueta de la botella hacia arriba para que
nuestro invitado vea la marca.
9- Los adornos, menos es más. Podemos
decorar la mesa y el salón donde cenemos pero ten en cuenta estos
consejos: adornos pequeños, nada ruidosos ni recargados y, sobre todo,
que no tapan a ningún comensal. Los adornos no deben robar protagonismo a
los platos.
10- La guinda final.
Los turrones y dulces navideños van al centro de la mesa ya cortados y
bien alienados. En caso de que optemos por una tarta, primero debe
presentarse y después se sirve ya emplatada.
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